Los flujos de inversión internacional se vieron sustancialmente reducidos en todo el mundo como consecuencia de la Pandemia provocada por el COVID-19, estimándose la caída en el entorno del 35 %, con algunas regiones que se vieron más afectadas, como en el caso de los países sudamericanos.

En la región Uruguay se destaca por ser la excepción a dicha regla, confirmándose recientemente un crecimiento de la Inversión Extranjera Directa (IED), aumentando los ingresos en un 43% a US$ 2.600 millones, el nivel más alto desde el año 2012, según han informado diversos medios de prensa.

Los datos pertenecen al Informe “Inversiones en el Mundo 2021” de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

El documento expresa que Uruguay tuvo los “niveles más bajos de infección por COVID-19 en la región” e invirtió US$ 625 millones a través del Fondo Coronavirus (herramienta que generó el gobierno para financiar temas vinculados a la emergencia sanitaria).

Se resalta además el “dinamismo de la industria tecnológica” y los “incrementos en varios beneficios fiscales otorgados a proyectos elegibles bajo el régimen de promoción de inversiones”.

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